Para cualquier amante del arte, de la historia, de la arquitectura, de la religión o de la belleza arquitectónica en general, la catedral de Girona es una parada obligatoria. Su nombre completo es el de la catedral de Santa María de Girona y se encuentra en el punto más alto de la ciudad, por lo que su aspecto es todavía más imponente con una larga escalinata, que además le dota de una visión todavía más majestuosa a la entrada del templo.
Lo que hace a esta catedral tan especial es la combinación de diferentes estilos artísticos, ya que empezó la construcción en el siglo XI, cuando imperaba el arte románico. Pero, después vino el gótico y la mejor prueba de ello es que este templo tiene la nave gótica más ancha del mundo al llegar a los 22,98 metros. Aunque, no se terminó hasta el siglo XVIII, cuando imperaba el arte barroco. Así, el claustro es de estilo románico, la nave del barroco, y la fachada es de estilo barroco-clasicista. Lo que empezó siendo una catedral románica, terminó mezclando cuatro estilos artísticos.
Así, lo más llamativo de este edificio religioso se encuentra en la fachada, cuyas obras no concluyeron hasta el siglo XX; el interior con una nave única cubierta por bóvedas de arcos diagonales de estilo gótico; la sillería del coro; la capilla dentro del presbiterio, donde hay un retablo del siglo XIV con una imagen central de la virgen María y el niño Jesús; y, por supuesto, unas preciosas vidrieras, que fueron reconstruidas durante las obras del siglo XX.
Un punto muy llamativo de la catedral de Girona es la presencia de Carlomagno. Y es que, en el año 782, la ciudad de Gerona fue conquistada por los francos mandados por el emperador. De hecho, en 2003 se encontró una antigua torre de Carlomagno en las casas colgantes del río Onyar. Por eso, en el museo de la catedral, también nos encontramos con una escultura de este importante emperador.
También en el centro de la ciudad nos encontramos con la famosa basílica de Sant Feliu, la primera catedral de la ciudad. La parte más llamativa de este templo es su campanario de estilo gótico. Además, en su interior se conserva un gran tesoro artístico con sarcófagos paleocristianos y paganos del siglo IV o una figura de Cristo yacente tallada en el siglo XIV.
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